¿Por qué son tan importantes las limpiezas en el dentista?

FECHA DE PUBLICACIÓN: 30/enero/2018

Todo el mundo debería someterse, periódicamente, a una limpieza profesional en el dentista. Resultan de vital importancia para prevenir infinidad de problemas bucodentales: enfermedad periodontal, gingivitis, caries… Además de mejorar la estética de nuestra sonrisa al ser capaces de eliminar las manchas que se forman sobre la superficie de los dientes.

Es imprescindible mantener una rutina higiénica diaria para combatir la placa. Si no nos esmeramos con nuestra higiene oral se irán acumulando restos de alimentos, proteínas salivales, bacterias… formando la placa bacteriana (sustancia blanda, blanco-amarillenta que se deposita sobre la superficie de los dientes). Si no removemos esta placa, con el tiempo irán quedando retenidas sustancias minerales procedentes de la saliva provocando el endurecimiento de la misma y su transformación en sarro. Una vez que se forma el sarro ya no vamos a ser capaces de eliminarlo mediante el cepillado y tendremos que hacerlo con una limpieza en el dentista.

¿En qué consisten las limpiezas en el dentista?

Las limpiezas se realizan mediante ultrasonidos. El ultrasonidos es un aparato que emite una pequeña vibración que va rompiendo el sarro, lo cual facilita su desprendimiento.  Para finalizar, los dientes se pulen con una pasta de pulido que elimina las manchas superficiales.

Se trata de un tratamiento rápido (se realiza en una sola sesión) e indoloro (únicamente, los pacientes con los dientes más sensibles, pueden experimentar cierta sensibilidad en determinadas zonas).

Todo el mundo puede (y debe) hacerse limpiezas dentales ya que no tienen contraindicaciones. La única excepción son las personas portadoras de marcapasos que no podrán someterse a limpiezas con ultrasonidos ya que el aparato podría crear algún tipo de interferencia con el marcapasos. Pero esto no quiere decir que no se puedan hacer limpiezas, las haremos empleando curetas manuales.

Como consecuencia de la limpieza, es posible notar los dientes más sensibles en los días posteriores a la realización de la misma. Es una sensación temporal y reversible, que se soluciona utilizando por unos días un dentífrico desensibilizante.

¿Con qué frecuencia se deben hacer?

Las limpiezas suelen hacerse anualmente, pero ojo, no todos tenemos los mismos problemas bucodentales ni las mismas susceptibilidades por lo que será el dentista el que paute con qué frecuencia se realizarán. Las personas con problemas periodontales o aquellas susceptibles de padecerlos deberán hacerlas con carácter semestral. Así mismo, habrá gente con muy buena higiene oral y sin ningún tipo de problema que podrá hacerlas cada dos años.