¿Qué es la placa bacteriana?
La placa bacteriana es esa sustancia blanco-amarillenta que se nos forma en los dientes transcurridas varias horas desde que nos los cepillamos. Es una película que recubre los dientes y está compuesta por restos de alimentos, proteínas salivares y distintos tipos de microorganimos: bacterias, hongos, virus… Si no la retiramos diariamente se va a ir endureciendo, transformándose en sarro. Una vez que se forma el sarro ya no seremos capaces de eliminarlo con el cepillo y tendremos que ir al dentista a hacer una limpieza profesional (en la limpieza eliminamos el sarro con ultrasonidos).
¿Cómo detectamos la presencia de placa?
Todos tenemos placa porque las bacterias se forman constantemente en nuestra boca.
En muchos casos se puede ver a simple vista. Se observa una capa blanco-amarillenta que cubre la superficie de los dientes.
Los pacientes muchas veces no se dan cuenta de que tienen placa. Para ellos existe un producto (los reveladores de placa), que tiñen la placa de color rojo para que sea visible y la podamos eliminar. Existen reveladores de placa en forma de pastillas masticables o en colutorio. Los usaremos antes del cepillado para valorar en qué zonas debemos insistir más con el cepillo. Se puede utilizar también después del cepillado para comprobar que éste se ha realizado de una manera eficaz.
¿Qué pasa si tenemos placa?
La acumulación de placa es perjudicial para la salud oral ya que puede provocar diversas enfermedades.
– La placa bacteriana provoca la desmineralización del esmalte y la dentina, provocando un aumento en la incidencia de caries.
– La placa provoca la inflamación de las encías, causando gingivitis.
– Una gingivitis mantenida en el tiempo puede, en pacientes susceptibles genéticamente, provocar una enfermedad periodontal (piorrea).
¿Cómo eliminamos la placa?
La formación de la placa no se puede prevenir, todos tenemos bacterias en la boca, por lo que es inevitable que se nos forme placa. Lo que debemos hacer es retirarla diariamente. Es fundamental tener una rutina diaria de higiene bucodental: tres cepillados diarios y limpieza interdental (hilo, cepillos interdentales, irrigadores…), así como acudir regularmente a las revisiones con el dentista para que éste detecte la necesidad de hacer limpiezas. El uso de colutorios, aunque no son estrictamente necesarios, también ayudan a reducir la cantidad de placa.