1. ¿Qué es mejor el cepillo eléctrico o el manual?
No podemos decir que el cepillo eléctrico sea mejor que el manual ya que, bien utilizados, cualquiera de los dos es perfectamente válido. Los estudios demuestran que, con una técnica correcta y bien ejecutada, no hay diferencias muy significativas entre el cepillado manual y el eléctrico.
Sí es cierto que el cepillo eléctrico facilita el trabajo ya que no requiere mucha destreza manual ni tener una técnica de cepillado muy depurada, pero no es efectivo si no se utiliza correctamente.
Las dos técnicas de cepillado son muy diferentes entre sí. Mientras que en el cepillado manual movemos el cepillo combinando varios movimientos (de barrido, desde la encía borde del diente y el circular), con el eléctrico no debemos mover el cepillo, sino que debemos ir apoyando el cabezal en cada diente sin mover el cepillo, él sólo hace el trabajo. Es importante decir que con los dos tipos de cepillos es necesario el mismo tiempo de cepillado, entre 2 y 3 minutos.
Recomendamos el cepillo eléctrico para personas con movilidad reducida o con problemas psicomotrices, pues es gente que no tiene la destreza manual suficiente para utilizar un cepillo manual de forma adecuada.
No nos gusta que los niños utilicen cepillos eléctricos desde pequeñitos. Es cierto que cuando son pequeños no tienen la destreza suficiente para hacer un cepillado manual correcto pero si ya desde pequeños los habituamos a utilizar cepillos eléctricos, estamos formando niños que nunca sabrán emplear un cepillo manual. Por ello es importante que aprendan a cepillarse con un cepillo manual, aunque lo hagan mal. Mientras no tengan las habilidades necesarias, los padres deberán repasar, al menos una vez al día, el cepillado de sus hijos. Cuando sean mayores y sepan utilizar un cepillo manual correctamente, podrán usar el que más les guste, pero no antes.
2. Existen muchos tipos de pastas dentales en el mercado, ¿cuál es la que debo utilizar?
Hay muchos tipos de pastas dentales disponibles en el mercado. Cada una de ellas está diseñada para solventar unas necesidades personales específicas:
Pastas blanqueadoras: este tipo de pastas, aunque se llamen blanqueadoras, no producen un blanqueamiento propiamente dicho del diente. Utilizan sustancias abrasivas que lo que hacen es pulir la capa más superficial del esmalte y eliminar las manchas recientes. No tienen el mismo poder contra las manchas antiguas.
Pastas anti-sarro: la pasta dental anti-sarro no consigue eliminar el sarro una vez se ha formado, pero sí que previene la acumulación de placa y ralentiza su transformación en sarro. Solo el dentistas, mediante una limpieza bucal, puede eliminar el sarro una vez se ha formado.
Pastas desensibilizantes: la sensibilidad dental suele ser el resultado de un desgaste del esmalte o de la exposición de las raíces por culpa de una recesión gingival. Este tipo de pasta ayuda a crear una barrera que bloquea los agentes irritantes que nos producen la sensibilidad, para que no alcancen el nervio del diente y no experimentemos dolor.
Pastas fluoradas: el flúor es muy importante para la salud dental y puede añadirse a cualquier tipo de pasta. Fortalece los dientes disminuyendo el riesgo de caries y es capaz de remineralizar el esmalte cuando existen caries incipientes. La pasta fluorada está recomendada para todo el mundo pero, en especial, para los niños y personas mayores, que suelen ser los que tienen más tendencia tienen a padecer caries.
Pastas para las encías: las pastas para las encías ayudan a controlar la placa dental y previenen la infección e inflamación de los tejidos.
Pasta aliento fresco: como sucede con muchos colutorios, este tipo de pastas sirven para enmascarar el mal aliento de forma temporal, pero no sirven para tratar la halitosis.
Pastas infantiles: están diseñadas para adecuarse a las necesidades específicas de los niños pequeños. Contienen flúor para proteger los dientes de la caries dental y son de sabores para hacerlas más atractivas.
3. Para limpiar entre los dientes ¿es mejor el hilo, los irrigadores o los cepillos interdentales?
No hay un método mejor que otro, simplemente cada uno tiene su indicación.
Los irrigadores están indicados para personas que lleven prótesis fijas, sean sobre implantes o sobre sus dientes. Al no poder sacar las prótesis para limpiarlas, necesitamos algo que nos permita limpiar las prótesis por debajo colocadas en boca. El irrigador es un aparato que echa agua a presión y que va a arrastrar la placa o restos de alimentos que se nos puedan acumular debajo de las prótesis. En algunos casos podremos utilizar también cepillos interdentales, lo que pasa es que no siempre existe el hueco suficiente para poder meter un interdental, sin embargo el agua del irrigador si que es capaz de meterse por cualquier recoveco.
Los cepillos interdentales son recomendables para gente que tiene espacios entre los dientes: pacientes con enfermedad periodontal, pacientes con diastemas o pacientes portadores de prótesis fija que tienen espacio suficiente entre sus prótesis y su encía para utilizar un cepillo interdental.
Para el resto de los casos emplearemos el hilo.