Deporte y salud oral

FECHA DE PUBLICACIÓN: 16/febrero/2017

 ¿Puede la salud bucodental repercutir en el rendimiento deportivo?

 La salud oral repercute en el rendimiento deportivo así como el deporte puede repercutir en la salud oral.

 Debemos tener en cuenta que la cavidad oral no es un sistema aislado del resto del organismo, cualquier problema que tengamos puede repercutir a nivel general o sistémico.

Si nos preguntasen si creemos que un deportista es una persona sana, diríamos que sí ya que sabemos que el deporte diario disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos respiratorios y disminuye el riesgo de presentar factores inflamatorios.

Sin embargo, los hábitos que acarrea el deporte de alto nivel como la alimentación, horarios… hace que en numerosas ocasiones aumente el riesgo de aparición de trastornos en nuestra boca.

Un ejemplo de esta interrelación se da por ejemplo en el bruxismo.

Una forma incorrecta de morder o el hábito de rechinar o apretar los dientes, puede acarrear dolores musculares, contracturas, dolores a nivel de cuello, espalda o cabeza; incluso alteraciones en el equilibrio que pueden afectar directamente a nuestro rendimiento.

Por otra parte, la concentración y el estrés durante la competición puede propiciar el hábito de bruxar.

Las caries también pueden afectar a nuestro rendimiento y debemos hacer hincapié en un riesgo añadido por parte del deportista a sufrirlas.

Los deportistas de alto nivel llevan necesariamente una dieta rica en carbohidratos, las bebidas isotónicas que consumen tienen un alto contenido en azúcares; se torna una dieta altamente cariogénica. El estrés durante la competición o previamente a ella, provoca una disminución en el flujo salival… aumentando la susceptibilidad del deportista a sufrir caries.

En caso de haber una caries establecida, podrían darse dos complicaciones:

–  Por un lado, una complicación tanto para deportistas como para los demás, sería la molestia que generaría la caries. Una pulpitis, por ejemplo, limitaría el rendimiento deportivo e incluso impedir la competición.

– Por otra parte, si se llegase a generar una infección en el diente a causa de esta caries profunda, ésta podría pasar el torrente sanguíneo a través de los vasos presentes en la cavidad oral, diseminándose y pudiendo llegar a otros órganos y también a músculos y articulaciones.

Cuando la infección alcanza un músculo se disminuye la capacidad de contracción-relajación y se produce una fatiga adicional. Esto, sumado a una mayor carga y estrés del músculo debido al deporte puede dar lugar a lesiones como rotura de fibras o una ralentización en la recuperación de lesiones.

La enfermedad periodontal podría generar de la misma manera este problema

Las medida preventivas que debemos adoptar deberían de ser las mismas que para el resto de la población, mantener una buena higiene oral diaria y acudir periódicamente a las revisiones.

Pero queremos recalcar que ya que para un buen rendimiento deportivo, se hacen controles médicos  periódicos y exhaustivos debería hacerse el mismo ahínco en hacer también controles buco dentales para evitar sorpresas en el peor momento y optimizar el rendimiento de los deportistas.