Colutorios

FECHA DE PUBLICACIÓN: 18/octubre/2017

La SEPA (Sociedad Española de Periodoncia) define los colutorios como “un vehículo de  transporte de un determinado producto que puede producir sensación de frescor en la boca, quitar manchas, reforzar el esmalte, controlar la placa, reducir la sensibilidad dental o eliminar las bacterias presentes en la boca responsables de las enfermedades periodontales, caries y mal aliento”.

Antiguas civilizaciones como la griega o la egipcia ya elaboraban sus propios elixires a base de hierbas, flores secas, frutas, leche, carbón, menta… Los romanos llegaron a usar incluso orina humana. Hipócrates fabricaba uno con vinagre, sal y polvo de mineral de alumbre. No fue hasta finales del siglo XIX cuando Listerine empezó a comercializarlos con una fórmula mejorada, pero con un mismo objetivo: mantener las bacterias bajo control para tener una buena salud bucodental.

El uso de colutorios NUNCA DEBE SUSTITUIR AL CEPILLADO, es un complemento del mismo que nos puede ayudar a prevenir/tratar diversos problemas bucodentales. Su uso no es estrictamente necesario salvo que el dentista nos lo recomiende para tratar alguna afección oral. Debemos cepillarnos después de cada comida, limpiar entre los dientes al menos una vez al día (con hilo, cepillos interdentales, irrigador) y, para finalizar la rutina higiénica, podemos enjuagar la boca durante un minuto (debemos escupir el colutorio y no aclarar la boca con agua para no llevarnos el efecto del enjuague).

Existen infinidad de colutorios en el mercado y no son todos iguales: los hay que previenen la formación de placa y sarro, la gingivitis y la enfermedad periodontal, la caries, otros favorecen la cicatrización, eliminan la sensibilidad dental, son antibacterianos… Por ello, antes de comprar un determinado enjuague debemos preguntarnos cuál es el fin para el que está destinado y en caso de duda consultarlo con el dentista.

Otra cosa en la que nos debemos fijar es en la frecuencia de uso. No todos los colutorios son de uso diario, aquellos que tienen concentraciones más altas están destinados al uso semanal. No debemos emplear diariamente un colutorio de uso semanal, pues puede ser muy agresivo. Ocurre lo mismo en el caso contrario, si empleamos un colutorio de uso diario una vez a la semana, probablemente sea insuficiente.