Los alimentos que consumimos tienen una gran influencia sobre la salud bucodental. Algunos favorecen el desarrollo de patologías como la caries o la gingivitis así como otros ayudan a mantener un a boca sana.
– El azúcar y los alimentos azucarados son muy perjudiciales por la acumulación de bacterias. Debemos extremar el cuidado en edades tempranas, ya que la dieta a estas edades, suele ser rica en azúcares: golosina, zumos, pan de molde…
– Los refrescos carbonatados tienen un alto contenido en azúcar, así como las “bebidas deportivas”.
– El vino tinto, café, té… son alimentos que favorecen la aparición de manchas sobre nuestros dientes. Suelen ser superficiales de manera que no generan un gran problema en nuestra salud, pero sí es cierto que son manchas que incomodan mucho a los pacientes.
– Alimentos y bebidas cítricas pueden causar erosiones en el esmalte. Tras la ingesta de estos alimentos no es recomendable cepillarse los dientes inmediatamente, es preferible beber agua antes de hacerlo para eliminar el ácido de la superficie del diente.
– Alcohol: el consumo habitual de alcohol es perjudicial porque causa deshidratación y sequedad bucal, además el consumo abusivo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo, junto con el tabaco, de cáncer oral.
Mantener una alimentación adecuada puede ser una gran ayuda para cuidar nuestra sonrisa, sin olvidarnos nunca de una buena rutina de higiene bucodental y revisiones periódicas a nuestro dentista.