No es lo más habitual que surjan problemas bucales en pleno vuelo, pero sí está demostrado que los cambios de presión que sufrimos en el avión pueden afectar a nuestros dientes. Esos cambios de presión conllevan modificaciones en el flujo sanguíneo y en los niveles de oxígeno del cuerpo.
Se han descrito varios problemas orales que pueden surgir durante un vuelo, en relación con los cambios de presión.
– Barodontalgia. Dolor dental derivado de los cambios de presión atmosférica. Durante el vuelo se produce una disminución de presión que puede exacerbar enfermedades orales preexistentes. Por ejemplo, si tenemos una caries no tratada, el aire queda atrapado en su interior y puede generar un dolor muy agudo en el momento del despegue y ascenso del avión. Es posible que el dolor lo experimentamos en el momento del descenso y aterrizaje, lo que nos indica que la caries ha necrosado la pulpa dental (el nervio del diente) y necesitamos una endodoncia.
– Odontocrexis. Explosión de dientes que han sido restaurados recientemente, ya sea con coronas, resinas o implantes. Se trata de una explosión de origen barométrico provocada por aire atrapado bajo las restauraciones. Sí, sí, has leído bien, explosión.
– Barosinusitis. La presión negativa cuando estamos a tanta altitud activa un proceso inflamatorio en los senos maxilares (sinusitis). La presión derivada del proceso inflamatorio puede presionar los nervios de los dientes del maxilar superior, provocando una barodontalgia indirecta.
Consejos para prevenir la aparición de problemas dentales durante un vuelo:
– Visita a tu dentista antes de subir a un avión.
– Para prevenir la barosinusitis, no conviene volar cuando exista algún resfriado o gripe, lo ideal sería posponer el vuelo. En caso de no ser posible, el uso de descongestionantes podría ayudar a prevenir la barosinusitis.
– Si te han hecho la extracción de una muela del maxilar superior antes de coger un avión, coméntale a tu dentista que tienes un viaje planificado. En este tipo de extracciones se puede formar una comunicación entre la boca y el seno maxilar, que al someterla a un abrupto cambio de presión puede provocar problemas sinusales.
– Para aliviar el cambio de presión durante el despegue y aterrizaje se recomienda masticar chicles sin azúcar o chupar un caramelo. En el caso de los bebés, lo mejor sería amamantarlos para aliviar la presión.
– Respira profundamente durante el ascenso.
-Usar tapones filtrados para los oídos puede ayudar a, lentamente, ir igualando la presión.¡Te deseamos un feliz viaje!